Sabemos que no siempre podemos estar contentas. Las mujeres, como los hombres, pasan por muchos estados, desde cuando estamos felices, hasta cuando es mejor que ni nos miren porque vamos a saltar, y lo vamos a hacer mal.
El problema del mal humor puede venir porque se ha tenido un mal día, por un problema personal, laboral o simplemente porque te han hecho algo que te ha sentado mal. Habitualmente este estado no dura mucho pero, cuando lo hace, ¿sabes que puede tener consecuencias negativas? Te hablamos de ellas:
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Caemos en depresión. El mal humor puede hacer que caigamos en una depresión si no salimos de ese estado rápido. ¿Y para qué deprimirnos si la vida son dos días?
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Tendremos más pensamientos negativos. Aunque seamos positivas, estar de mal humor nos hace pensar en todo lo malo, no vemos el lado bueno de las cosas porque, para esas personas, no existe.
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Alejamos a las personas. El mal humor hará que des respuestas y contestaciones subidas de tono, o incluso que acuses a otras personas, que lo que harán será alejarse de ti, al menos hasta que estés mejor.
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Engordarás. Pues sí, resulta que el mal humor te hará engordar. Al parecer, cuando estamos de mal humor segregamos adrenalina y cortisol que impide que las células liberen energía provocando una inflamación del organismo (y hará que subas de peso). Así que si ves que te pasa eso, ya sabes lo que hacer: ¡cambiar el chip!
¿Empezamos a tomarnos de otra forma los estados de mal humor?