Los niños son curiosos por naturaleza, y les gusta experimentar como el que más. Pero si lo coartas o le haces pensar que no debe hacer eso, lo que haces es cortar su creatividad. Un niño con creatividad desde su infancia hará cosas increíbles de mayor y se sentirá mucho más feliz consigo mismo, más seguro y satisfecho con él, con una autoestima elevada porque sabe que, lo que hace, lo hace bien sin mirar el hecho de que acierte o pierda.
Pero, ¿cómo fomentar esa creatividad? Ante todo has de convencerle de que puede hacerlo y de que es creativo, de que, aquello que crea, es hermoso a su manera, que no hay nada que él no pueda hacer y signifique algo.
No estaría mal que le proporcionaras algunas experiencias intelectuales, que viajaras con él, que despiertes su curiosidad y compartas tiempo con él enseñándole las cosas de la vida. De esa manera lograrás que se interese más, que sea mejor persona, más culta y con mayores conocimientos, aunque te parezca que no.
Facilítale lo que necesita para ser creativo. No es que cueste mucho y puedes sorprenderte de lo que es capaz de hacer.
Anímale a la lectura, es una forma de llegar más allá y, ya sea que tengas mucho o poco dinero, los libros le darán la llave a la creatividad.
Escúchale cuando te cuente algo, participa incluso en esas ideas y deja que las haga, siempre y cuando no sean peligrosas pero, si lo son, procura decirle por qué no puede hacerlo.
Y, por supuesto, no le soluciones los problemas. Es parte de la vida y ha de aprender que, cuando hay problemas, tiene que ser capaz de solucionarlos él solo. Solo cuando no pueda puedes intervenir.
