Los niños, conforme van creciendo, necesitan mayores estímulos para conseguir un mejor desarrollo y eso es lo que sucede cuando los niños llegan a los dos años, que lo que has estado haciendo con ellos al principio ya no vale porque son lo suficientemente maduros como para saber todo lo que les has enseñado y hay que hacer algo más.
Normalmente se da un paso más en la estimulación, tanto en la casa como en las escuelas infantiles, y ambos, maestra y padres, van a una para enseñarles todo lo que necesita y puede aprender a esa edad (aunque en algunos casos siempre pueden aprender más cosas).
Así, puedes estimularlo a:
– Explicarle secuencias de acontecimientos. Por ejemplo, saber qué va a pasar si vienen visitas, qué pasará si mamá o papá van a una fiesta con él, etc.
– Enseñarle a expresarse. Es muy importante que se le enseñe eso porque así los niños sabrán comunicarse y no “explotarán” cuando ya no puedan más. La comunicación es importante y algo que ha de mantenerse a lo largo de la vida.
– Inculcarle hábitos. Que sea un niño no quiere decir que no pueda hacer nada, al contrario, puede comer solo, vestirse solo, ser agradecido y educado e incluso ayudar un poco en la casa recogiendo sus juguetes. Solo hay que darle responsabilidades.
– Enseñarle a esperar y a tener paciencia. No va a ser pedir algo y tenerlo ya. Tiene que esperar el momento o bien ganárselo, por eso es importante ayudarle a que sepa que las cosas llegan pero no solo cuando él lo quiere.
– Darle amor y respeto y que él lo de a los demás. Es posible que tu hijo sepa que lo quieren pero él sea tímido o no demuestre ese cariño por nada o nadie. Si es así, tendrás que enseñarle que los demás también necesitan de ese cariño.
¿Qué más harías por estimularle?