¿Quieres sorprender a tu pareja con algo especial? Muchas veces, las cosas más simples, son las que pueden tener un resultado mejor porque se valoran más y, en este caso, uno de los mejores regalos que puedes hacerle a tu pareja es, sin duda, un masaje íntimo.
Ahora bien, el problema de los masajes es que, a menudo, pensamos que, con apretar y frotar las manos es suficiente pero no es así. Tampoco te estamos diciendo que tengas que ir a clases para aprender, pero sí necesitas tener en cuenta algunos detalles y consejos que harán que ese masaje esté bien hecho y, sobre todo, que tu pareja disfrute.
Así que, si quieres que salga bien, ten en cuenta lo siguiente:
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Elige un buen lugar. Dar un masaje no es un “aquí te pillo, aquí te mato”. Si quieres que de verdad tenga sentido, elige un buen lugar, uno donde se respire calma y paz, donde no haya ruidos y puedas pasar tiempo con tu pareja sin interrupciones.
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Crea el ambiente. Si vas a dar un masaje íntimo, ¿por qué no creas ese ambiente íntimo? Las habitaciones no suelen estar acondicionadas para ese ambiente pero sí que puedes crearlo tú con unas velas, unas telas, un poco de música, y, sobre todo, un pequeño truco: olores. Como sabrás, los olores, cuando alguien se excita, son más perceptibles, y hablamos de un masaje íntimo así que seguramente, quizá no al principio, pero después sí que lo notará y podrá relajarse más.
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Posición. Cuando hablamos de un masaje íntimo, es íntimo y completo. Es decir, que debes dárselo a tu pareja por todas partes. Te diríamos que empieces dándoselo por la espalda para, después, cambiar a la parte frontal. Es una forma de que empieces desde algo fácil a algo más difícil (sobre todo porque has de mantener la compostura y tu deseo al margen).
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Usa aceites. No queremos decir con eso que vayas a llenar todo su cuerpo de aceite, pero al menos necesitas aceite o crema para poder evitar la fricción incómoda de las manos. Es mejor que tus manos resbalen por su cuerpo que hacerlo “en seco” porque entonces el masaje será más rudo y no le va a gustar.
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Ve poco a poco. Empieza acariciando la cabeza, baja por la espalda, el trasero, las piernas. Dedica tiempo a cada parte de su cuerpo y a pasar las manos, a darle más fuerte o más suave, incluso a combinarlo con tu aliento, con besos, pero sin dejar que tu pareja haga nada. Se trata de un masaje para que se lo pase bien, y es íntimo porque buscas una respuesta de su cuerpo. Así que si la consigues, seguro que lo estás haciendo muy bien.
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Cuando se dé la vuelta… Lo más complicado, para que se esté quieto y que tú también puedas seguir, será la parte delantera porque sí, lo sabemos, puede ser muy complicada de llevar a cabo si el deseo te puede. Pero si aguantas, podrás obtener un buen resultado.