Los niños son niños y, como tales, a menudo se hacen daño. Muchas madres y padres parece que los tienen a los niños en una bola de cristal para que no se hagan daño cuando eso solo les perjudica. Por eso es que las heridas en los niños, siempre y cuando no sean graves, no es malo porque ellos también aprenden del “ensayo y error”.
Ahora bien, ¿cómo curar una herida en casa? Hay ocasiones en que no nos damos cuenta de que podemos estar cometiendo un error cuando los curamos, por eso nos gustaría decirte lo que está bien y lo que no está bien.
Curar una herida bien
– Lávate las manos con agua y jabón y lava la herida con agua y jabón también.
– Puedes usar aparte un poco de agua oxigenada porque tiene propiedades antisépticas aunque no es perfecto del todo porque tendrías que usarlo varias veces al día. Lo que sí hace es parar la sangre.
Curar una herida mal
– Nunca apliques alcohol en la herida porque lo que haces es darle mucho dolor y no solo eso sino que quemarás el tejido que haya alrededor.
– Si tienes que usar tijeras o pinzas, esas sí has de remojarlas en alcohol para que no haya rastro de bacterias que puedan infectar la herida.
– No uses algodón, es mejor usar una gasa porque el algodón, aparte de dejar rastro, puede infectar mucho más.
– No uses pomadas o polvos que tu pediatra no te haya recetado para evitar que haya alergias o problemas mayores en la salud del pequeño.