Una de las peleas que tendrás a estas alturas con tus hijos es, sin duda, para que estudien y hagan los deberes. El problema es que, en cuanto te das la vuelta, tu hijo o hija se ha despistado, ya no está haciendo lo que le has dicho, y al final acabáis los dos peleados por ello.
Lograr concentrarte en aquello que hace es algo imprescindible en la vida, no sólo para la época estudiantil, sino para todo en general. Por supuesto, no puedes comparar tu capacidad de concentración a la de ellos pero sí ejercitarla desde pequeños.
Por eso, te damos algunos consejos para ayudar a que se concentren:
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Vida sana. Sí, así es. Necesitan comer bien y dormir bien. Si no, por mucho que quieran concentrarse el cuerpo les va a pedir otras necesidades que son primordiales como es el comer o el dormir.
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Tiempo libre. Los niños necesitan tener contacto con la naturaleza, salir a pasear, a relajarse y, al mismo tiempo, a quemar la energía que tienen, por lo que el deporte también debe ser parte de su día a día. Esto, aunque creas que lo único que va a hacer es despistarlo y cansarlo, en realidad no será así. Eso sí, has de organizarlo de manera que no interfiera en los periodos que necesita concentración (es decir, no lo lleves cuando tiene que estudiar ese mismo día).
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Rutina. La rutina aunque parezca aburrida, no tiene por qué serlo. Los niños, desde pequeñitos, pueden desarrollar una práctica para que sepan que han de hacer algo un ratito. Al principio será una actividad que les guste, por ejemplo pintar, pero después has de ir metiéndoles algo que no les guste tanto, como estudiar.
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Espacio. Muchas veces pensamos que da igual donde el niño se ponga, o que no queremos ir a otra habitación porque estamos viendo algo. Eso es un gran error porque los niños no van a concentrarse si están rodeados de distracciones, al final se les va la vista y la mente y acabaréis enfadados ambos.
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Tiempo. Una actividad no puede hacerse dedicándole mucho tiempo. Normalmente van a necesitar descansos y que el tiempo sea corto porque se aburrirá mucho. Por eso es que has de considerar que los niños no pueden pasar media hora sentados, sólo 10 minutos y han de hacer otra cosa. ¿Y qué se hace? Pues busca una organización que se adapte a ello. Aunque creas que eso sólo los despista más, en realidad no va a ser así.
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Atención. Que los niños van a perder la atención es normal. No por ello te tienes que enfadar. Muchas veces los niños, a los cinco minutos, ya no te están prestando atención, pero ahí es donde debes intervenir y debes hacerle ver que eso no está bien. Es cuestión de que el niño entienda que, al menos por 10 minutos, debe tener toda la atención en algo, sin despistarse. Cuando lo consiga, puedes pensar en darle algún premio para que refuerce esa actividad y, con el tiempo, alargar algo el tiempo.
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Paciencia. La paciencia es una virtud en aquellos que la tienen. ¿Y por qué te decimos esto? Porque a veces no se tiene paciencia con los niños, ni con los adultos, y necesitas tenerla. Ellos no nacen aprendidos, hay que educarles y que presten atención es uno de esos conocimientos que has de ayudarle a que asimilen.