Estamos seguros de que cualquier persona puede ser capaz de cambiar el pañal a un bebé pero hay ocasiones en que se puede mejorar o que se olvidan de un apartado importante a tener en cuenta. Si además eres madre o padre primerizo es posible que te resulte hasta complicado.
Para cambiar un pañal lo primero que hacer es que retirar el usado. Ten a mano un pañal limpio, toallitas o una esponja, gasa y crema. Coloca al bebé en una superficie plana y segura y quítale el pañal sucio para que no se vaya a manchar nada.
Si no quieres que el cambiador se ensucie coloca una toalla o papel de servilletas debajo para después tirarlas.
Ahora, con ayuda de la toallitas o de la esponja limpia bien el culete. Si es niña tienes que limpiar de adelante hacia atrás y si es niño limpia el pene sin retirar el prepucio.
Déjalo secar un poquito con una gasa o una toalla limpia y échale crema protectora para evitar que se irrite esa zona. Coge el nuevo pañal y sujeta al bebé por los tobillos con una mano evitando que ambos pies se junten poniendo uno de tus dedos entre ellos. Levanta ligeramente y mete el pañal. Ahora sólo queda ajustar ese pañal nuevo pero sin apretar ni pellizcar la piel del bebé tratando de que los cierres adhesivos estén a la misma altura y que el pañal esté centrado para evitar que, si hace sus necesidades, ésta se salgan.