Seguro que la Navidad ha sido estupenda y que quedará en el recuerdo de la familia como una de las más emocionantes, sobre todo, para los niños, que han recibido muchos regalos y que han disfrutado de unos días libres de colegio y de responsabilidades. Pero ahora es el momento de volver a la rutina…
Si para los mayores es complicado volver al trabajo después de las vacaciones, no es mucho más sencillo para los niños, que tienen que volver a madrugar, a atender en clase, a aprender, y a hacer los deberes.
Cómo volver a la rutina
Depresión, estado de cansancio, falta de apetito, o insomnio no solo solo excusas que los niños emplean para no tener que volver a clase, sino que pueden ser el reflejo de un claro síndrome post vacacional.
La mejor forma de ayudarles a que vuelvan a la rutina de la forma más sencilla es haciendo que poco a poco recuperen los hábitos y las actividades habituales del tiempo escolar, pero motivándole con pequeños juegos o con tiempo dedicado a que pueda disfrutar de los juguetes que han recibido durante la Navidad.
Un error frecuente es dejar que no hagan nada, pensando que la rutina volverá poco a poco, pero lo cierto es que en el fondo los niños agradecen las rutinas y los hábitos y en tan solo una semana, con un poco de motivación diaria, se volverá a los hábitos normales sin ningún problema.
