De vez en cuando, una de las pruebas que tenemos que realizarnos las mujeres es la de una citología vaginal, una prueba médica por la cual se introduce un elemento en la vagina para raspar un poco las paredes, sobre todo en el cuello del útero, a fin de averiguar si hay algún problema en la vagina, ya sea una lesión, problemas de fácil solución u, ojalá que no, cáncer de cuello uterino.
Es un examen muy sencillo que se suele realizar en los ambulatorios por las enfermeras y no suele requerir ni de anestesia ni de una preparación, aunque sí es importante tener en cuenta lo siguiente:
-
Que tanto el médico como la enfermera sepa si tomamos anticonceptivos o no y el tipo de ellos ya que puede haber falsos positivos debido a la medicación.
-
Avisar de si se podría estar embarazada.
-
No tener relaciones sexuales por lo menos 24 horas antes de la citología ni tampoco el uso de tampones un día antes de la prueba.
-
No se puede realizar la prueba con la menstruación.
-
No es bueno darse duchas vaginales un día antes del examen.
-
Si eres virgen, debes avisarlo ya que, en ese caso, no deberían hacerte la prueba para no romper el himen.
-
Es posible que, después de la citología, pueda haber un pequeño sangrado que se cortará rápidamente. Si no es así, habrá que consultar o acudir a urgencias por si hay algún problema más serio aunque, como decimos, no tienes por qué asustarte ya que la prueba suele ser inofensiva.