¿Has oído hablar alguna vez de la cheat meal? La comida trampa es una “estratagema” que se utiliza para beneficiar al cuerpo, no sólo a nivel psicológico, sino también nutricional y fisiológico.
El concepto, como muy bien te habrás dado cuento, viene del inglés y significa comida trampa. Es una comida que se hace después de haber restringido mucho tu dieta, una especie de premio en el que te saltas la dieta una sola vez y puedes comer cosas que te gustan. Eso sí, sólo una comida.
Según los nutricionistas, es adecuado hacer esta comida cada quince días para que el cuerpo no vea la dieta como algo aburrido y que no lleva recompensas. De hecho, lo mejor en estos casos es plantearlo como un premio, bien por llevar muchos días con la dieta a rajatabla, bien por haber perdido cierta cantidad de kilos, lo que primero surja.
De esta forma, es una especie de aliciente a ese esfuerzo que se está haciendo. ¿Lo mejor? Hacer gradual ese premio, es decir, primero lo que nos apetece pero en menos ganas, y lo que más ganas tenemos como último.
¿Y cómo sería la cheat meal? Este tipo de comida no es todo el día, es una comida o una cena. Incluso puede ser merienda y cena o desayuno. Una sola comida del día. Es más adecuado hacerlo por la mañana para quemar esos nutrientes que se ingieren pero no se suele restringir a que sea así. Lo que sí recomiendan es que se haga siempre el mismo día de la semana, aunque no es estricto esto.
¿Te animarías a intentarlo?