Con la llegada de la Navidad lega también un evento ineludible, deseado por muchas y temido por otras tantas: la cena de empresa.
Tengas unas ganas inmensas de que llegue el día o todo lo contrario, el caso es que, ya que tienes que ir, ¡lúcete!
A pesar de ser algo extraordinario, la cena de Navidad no es una cena como la que podríamos tener entre amigos, se trata de una prolongación de la jornada laboral. Es por ello que lucirse sí, pero siempre siguiendo unas premisas básicas que ayuden a mantener la profesionalidad. Toma nota de lo que debes descartar si no quieres ser el tema de conversación de la cena y la oficina durante las próximas semanas:
- A pesar de que no se desarrolla en el lugar de trabajo, piensa que la cena de empresa es como una reunión de trabajo. Apuesta por un estilismo elegante y que te permita lucir lo mejor de ti, pero siempre manteniendo cierto aire profesional.
- Nada de escotes de vértigo ni minifaldas. Para lucir atractiva no es necesario mostrar demasiado. Y en esta ocasión, evitarás que se hable más de la cuenta de tus encantos en la oficina o lugar de trabajo.
- Apuesta por diseños que resalten tus virtudes, pero no olvides que se trata de una cena y seguramente te apetece comer sin restricciones. Los modelitos demasiado ajustados pueden llegar a ser incómodos después de la cena.
- En resumen, saca partido a tu belleza, pero siempre con elegancia. Y si hay que centrar las atenciones en alguien, ¡que sea en otro/a!