La Catedral de León, es sin lugar a discusión una de las catedrales españolas góticas más bellas. Edificada a comienzos del siglo XIII y finalizado en el siglo XV; muestra una unión estilístico, algo poco frecuente en España, lo que le da una elegancia singular, por lo que se le da el nombre de la Pulchra Leonina.
Aunque es la catedral española de estilo gótico con más influencia francesa, su planta es similar a la de Reims, en el crucero con tres naves, que se convierten en cinco, y varias bóvedas semejantes a los de Beauvais y Amiens.
Sus tres fachadas muestran una de las colecciones de esculturas góticas más importantes de la Península Ibérica, destacando en la facha norte en el parteluz la Virgen del Dado, la de San Froilán y la Virgen Blanca.
Si bien, lo más espectacular y hermoso de la Catedral leonesa, es su interior, en el que la luz con distintos tonos según la hora del día envuelve el lugar.
Las grandes vidrieras, son una de las más importantes en el continente europeo, semejantes a las francesas, aunque más coloridas, ya que al habitual amarillo, ocre y verde, añade rojo y azul.
Además, tenemos que mencionar el Coro, uno de los más antiguos del país, tallado en el siglo XV por grandes maestros flamencos.
El claustro cuadrangular, se ubica en el área norte de la Catedral, enfrente se halla el acceso al Museo, que ocupa varias salas. Se muestran piezas de la propia Catedral y de las distintas localidades pertenecientes a la diócesis.
También, tiene una curiosa leyenda, la de un topillo que minaba los cimientos de la construcción al anochecer, y que los canteros lo atraparon y colgaron en la Puerta de San Juan.
¿Te ha impresionado la Catedral de León cuando la has visitado? Si no lo has hecho aún, a que esperas.
