Las Cataratas Victoria, es un lugar inolvidable en África, por su belleza y majestuosidad. Están ubicadas en la frontera entre Zambia y Zimbabue, es el lugar perfecto para los apasionados del ecoturismo y los viajes de aventura.
No obstante, su nombre local y original era Mosi oa Tunya, que se traduce como Humo que truena, por la bruma que cada salto produce, pero en 1855 el explorador David Livingtone las llamo Victoria como homenaje a la monarca inglesa.
Está clasificada como una de las Siete maravillas naturales del Mundo, y no tienen que enviara las Cataras del Niágara o Iguazú, ya que son las cataratas más caudalosas y altas del planeta. De la misma manera, cuenta con uno de los grandes retos para los viajeros más valientes y aventureros, la denomina Piscina del Diablo, situado a cien metros de las cataratas. En las épocas de escaso caudal, se puede nadar en esta piscina natural, aunque está considerada como muy peligrosa.
Estar muy atentos y llevar a un guía local son puntos fundamentales, ya que en cuestión de minutos el caudal puede ascender hasta un metro, ya que el río rápidamente crece.
Si no eres muy valiente, tienes otras posibilidades menos arriesgadas como el Big Treen, un enorme árbol baobab, que tiene una altura de veinte metros y un diámetro de dieciséis metros. Se calcula que tiene una edad de más de mil años.
Para los más tranquilos, la excursión recomendado es coger un ferry, que te llevará por el alto de Zambeze, brindando vistas fabulosas. Antes de abandonar el lugar, podrás visitar una Granja de cocodrilos, donde podrás contemplar cómo son alimentados por los cuidadores.
Así, que aburrirse en las Cataratas Victoria es algo casi imposible, ya que la aventura y la diversión están garantizadas para todas las edades.