Es habitual que las familias hagan una vida diferente de lunes a viernes y otra vida los fines de semana debido a que no hay trabajo ni tampoco colegios y pueden hacer otras cosas tanto familiar como individualmente para disfrutar.
Es normal por tanto que los horarios de los padres y también los hábitos cambien y los niños también noten ese cambio e incluso quieran formar parte del mismo llegando algunas veces a pedir acostarse más tarde o levantarse más tarde también.
Esto en realidad es beneficioso para el niño porque se favorece una mayor participación en la familia. Ten en cuenta que, de lunes a viernes, los niños están muchas horas en el colegio y después tienen clases o bien deberes que hacen que su período de horas libre sea muy limitado y no puedan estar con la familia tanto como quisieran.
Eso sí, no se le puede permitir ni acostarse ni levantarse demasiado tarde. Normalmente se pueden acostar y levantar una hora más tarde en el caso de que sean mayores de 18 meses y dos horas para los mayores de tres años.
Recuerda que este cambio sólo se le permite el viernes y el sábado puesto que el domingo ha de tener el mismo horario que siempre para que no comience la semana con cansancio y por supuesto dependerá de si es capaz de cumplir después el horario porque si se vuelve rebelde para acostarse durante la semana o el mismo domingo, el fin de semana siguiente se le puede restringir y quitar ese permiso que tenía.