Con la vuelta al cole, llega el eterno dilema sobre los bocadillos para el recreo. Las jornadas escolares hacen necesario que los niños, a media mañana, necesiten un tentempié que les ayude a recargar pilas y a mantener las energías hasta la hora de comer, pero el miedo a que los pequeños no coman o a que tiren los bocadillos, hacen que muchos padres terminen por aceptar que sus hijos lleven siempre bollería a para el tiempo de descanso, o que lleven dinero para gastarlo en golosinas, poniendo en riego su salud.
A continuación daremos unos consejos sencillos para hacer bocadillos saludables en casa que los niños seguro que comerán:
- Pan. Actualmente en el mercado hay una gran variedad de panes, que hacen que podamos usar cada día un tipo diferente, haciendo que los bocadillos siempre parezcan distintos: podemos usar pan de molde, o bollos de pan, para hacer bocadillos más tiernos. Si optas por el pan tradicional, busca los formatos individuales y no te conformes con la «barra», puedes usar panes redondos, alargados, con forma de donut, con sésamo, o incluso el pan de hamburguesa o perritos calientes, también podemos incluir panes ricos en fibra, que ayudan al tránsito intestital, para que los niños aumenten la ingesta de fibra.
- Relleno. Aquí también en la variedad y la innovación está el secreto para triunfar con el bocadillo: el fiambre puede ser un aliado interesante, suele gustar a los niños, y nos ofrece muchas variedades, adaptadas para todos los gustos y las necesidades; también es una posibilidad, hacer un bocadillo de embutido, aunque siempre sin abusar; los untables gustan a los niños y además se comen muy bien, por ejemplo, encontramos en cualquier supermercado muchas variedades de patés de todos los sabores; el queso también es una opción, y con muchas ventajas, lo tenemos en untable, el lonchas, en picos, y se puede tomar solo o acompañando a alguno de los anteriores. Además, algunos de estos ingredientes se pueden combinar entre ellos y con otros. Algunas sugerencias deliciosas: jamón cocido y queso, un clásico que nunca falla; jamón serrano con tomate, perfecto si queremos incluir algo de verdura; paté de atún y queso untable, sorprendente combinación que seguro que les gustará.
- Usa la imaginación. Quizás el problema no esté en qué comen, sino en cómo ven lo que comen, después de todo, «comemos con los ojos», podemos presentar el bocadillo con distintas formas, el pan de molde nos da la ventaja de que usando moldes como los de las galletas, le podemos dar forma de corazón, de estrellas, de muñecos.
- Pídele ayuda. A los niños les gusta saber lo que comen, y les encanta participar en la cocina, una buena forma de motivarlos a comer el bocadillo en el recreo, puede ser que les pidas ayuda para preparar sus bocadillos, o incluso que les dejes improvisar (un poco) con los ingredientes. Además, es una buena forma de que se interesen por la comida y de que aprendan buenos hábitos alimentarios.
