Con el verano, las visitas a la playa es algo normal y habitual, ¿verdad? Pues para que eso se convierta en una costumbre vamos a darte algunas razones por las que a tu pequeño le viene bien jugar en la arena y, así, convertirlo en uno de los destinos veraniegos de toda la familia.
Beneficios de jugar en la arena
– Favorece a sus sentidos porque le estás dando diferentes texturas, la arena seca, la arena mojada, el agua, etc. Incluso es posible enseñarle algunos conceptos más avanzados como el peso, capacidad, espacio, etc.
– El ambiente y los materiales consigue que se relacione con otros niños. Si es tímido esto le vendrá bien pero trata de no apartarte mucho de él o ella pues al principio te buscará. Tampoco es bueno que, si se pone a llorar, vayas corriendo, deja que intente sociabilizar solo, que llore un poco no es malo si estás a su lado y sabes que no le pasa nada.
– Modelar la tierra y mezclarla ayuda a los niños en el control de esfínteres. Ya sabes, así puede ser más fácil que no se haga sus necesidades encima al manipular él mismo arena y agua.
– Desarrollarás su imaginación pero, también, la coordinación motora y la destreza manual con lo cual fomentarás un mejor desarrollo de todo su cuerpo.
Por todo esto, ¿no crees que deberías llevarlo a la playa más a menudo?
