A veces nuestros bebés suelen llorar mucho y, por consiguiente, nos hace preocuparnos en exceso, por lo que siempre estamos yendo al médico para prevenir cualquier tipo de problema. Sin embargo, muchas de esas veces no teníamos por qué habernos preocupado, aunque sí hay ciertos problemas de salud que deberíamos consultar al médico o acudir a un centro de urgencias pediátricas. Hoy te comentamos algunos de los más importantes.
- Vómitos. No se trata de las típicas regurgitaciones del bebé cuando toma leche, sino de vómitos acompañados de llanto insistente.
- Manchas de sangre en las deposiciones. La consistencia y el color de las deposiciones del bebé son el reflejo de su salud, por lo que deberemos de fijarnos cada vez que lo cambiemos para comprobar que no hay nada como sangre o excesiva mucosidad.
- Diarreas. Las diarreas suelen ser inquietantes si persisten mucho tiempo y se vuelven crónicas.
- Convulsiones violentas. Si el bebé se muestra muy agitado, inquieto y hace movimientos descontrolados.
- Fiebre de 38 a 39 grados. Las pequeñas subidas de fiebre se pueden resolver aplicando un baño tibio y una sobrehidratación temporal, pero si la temperauta del bebé aumenta hasta alcanzar los 38 ó 39 grados y se mantiene, sería recomendable que consultáramos con el médico.