Las prácticas infantiles van evolucionando al mismo ritmo que lo hace nuestra sociedad, sin embargo, estos nuevos hábitos adquiridos no siempre son beneficiosos para nuestros pequeños. Los elementos informáticos como consolas y ordenadores parecen haber ocupado un lugar fijo en las habitaciones de nuestros niños produciendo una serie de consecuencias que afectan a su salud en general.
El primero de los efectos nocivos que encontramos es el aumento del sedentarismo en la vida de los pequeños. Las consolas y los ordenadores han sustituido a los juegos al aire libre que suponían cierta actividad física tan beneficiosa para el correcto desarrollo de los niños. Esta falta de ejercicio también afecta a la calidad de su sueño. Según los expertos, en los últimos años se han aumentado los casos de niños con problemas relacionados con el sueño entre los que destaca el sonambulismo.
Los niños cada vez se acuestan más tarde y se levantan antes, esto hace que sus horas de sueño se reduzcan y su calidad empeore. Si a esto le sumamos la poca actividad física que realizan la mayoría de ellos, el problema parece agravarse todavía más ya que llevar a cabo un mínimo de ejercicio a la semana favorece de manera considerable sus prácticas del sueño.
Esto no quiere decir que los videojuegos y demás artilugios informáticos sean malos en así, es más, muchos de ellos poseen ciertas cualidades educativas que favorecen su aprendizaje tanto en materias como lenguaje y matemáticas como en valores. Sin embargo, el uso que hagan de esos juegos no debe ser algo excesivo, y por supuesto, no debe sustituir a los clásicos juegos al aire libre o los juegos de mesa.
Una buna idea para combatir ambos elementos puede ser la de no incluir estos artilugios informáticos en la habitación de los pequeños. Los pequeños deben saber diferenciar entre su lugar de descanso y el lugar destinado para el ocio. Procura también que siempre que los niños dediquen su tiempo al uso de videojuegos, haya un adulto cerca que le supervise tanto el contenido de estos como la cantidad de tiempo que les dedican.
