Es una realidad que ahora, muchas mujeres, cuando quieren vivir el rol de ser madres, no requieren tanto la ayuda de un hombre como sí de unos profesionales expertos en inseminación artificial porque, de un tiempo a esta parte, están aumentando los casos de embarazos de mujeres solteras que recurren a quedar inseminadas para cumplir con su sueño de ser madres. Pero, ¿tanto es así?
Para que te hagas una idea, en Estados unidos los bebés probeta están batiendo récord. De hecho, en el año 2012 nacieron 61.740 bebés, una cifra muy superior a cualquier otro año.
Si analizamos un poco más los datos obtenemos que la edad de las mujeres que se inician en este tipo de tratamientos suele rondar los 26 años, bastante más elevado que hace unos años atrás que era de 21 años lo cual llega a pensar que, cada vez más, la maternidad se va dejando en un segundo plano hasta que se obtiene una estabilidad económica.
Lo que sí se sabe, y es algo que todos los médicos quieren recordar cuando se va a hacer un tratamiento de inseminación, es que las mujeres con 35 años o más tienen más facilidad de fallar debido a que su cuerpo ya no está tan preparado para dar a luz o albergar una vida (aunque esto no quiere decir que no se pueda). Igualmente conforme la edad vaya siendo más elevada habrá que tener en cuenta que habrá menos éxito del procedimiento.
En España la tendencia de familias monoparentales también se está viviendo y son muchas las mujeres que buscan la maternidad sin que haya un hombre a su lado.