Una vez que los niños aprenden a andar parece que ya lo que quieren es ser independientes y es difícil que los niños hagan lo mismo que cuando no sabían andar por sí solos. Es por eso que, siempre que se pueda, lo mejor es que se disfrute de esos momentos y actividades que te dan y que después echas tanto de menos.
¿Quieres saber todo lo que no te puedes perder de tu hijo antes de que empiece a andar?
- Hacer ejercicio. Sí, cuando un niño empieza a andar quiere acompañarlos a salir, quiere ir con nosotros a todos lados y eso hace que tu ritmo baje debido a que tienes que ir al ritmo de él o ella. Por eso, hay que aprovechar que aún no anda para hacer ejercicio a tu propio ritmo.
- Visitar a amigos. Un niño que no se mueve no tienes el problema de tener que estar vigilándolo constantemente, ¿verdad? En cambio uno que ha empezado a andar puede hacer que tengas que estar todo el tiempo detrás de él para que no toque o no rompa nada. Y eso quiere decir ir menos tiempo a casa de los amigos (salvo que no les importe, claro).
- Visitar museos, exposiciones. Ocurre lo mismo que con lo anterior, hay que ir detrás de ellos, se cansan más, etc.
- Disfrutar de la casa. Quien tiene hijos tiene un torbellino en casa, y eso repercute en no poder disfrutar de la casa hasta que ellos se quedan dormidos (y estás tan cansado que tampoco es que disfrutes). Por eso, cuando aún no andan, es más fácil relajarte.