Uno de los problemas que puedes tener mientras estás embarazada es la anemia, una enfermedad que se caracteriza por una carencia para producir una cantidad adecuada de hemoglobina (que se encarga de transportar oxígeno por el cuerpo) o bien de glóbulos rojos.
La anemia es una de las enfermedades que más frecuente aparece en los embarazos en distintos grados pero, casi siempre, a partir de la semana 20 de gestación y es algo que hay que prevenir porque se aumenta el riesgo de enfermedades, no solo en la madre, también en el bebé, pudiendo incluso morir el mismo porque la sangre que él recibe viene de la madre y si no obtiene la necesaria se produce un crecimiento fetal deficiente, nacimientos prematuros o bebés con bajo peso.
Existen varios tipos de anemias que son tratadas de diferentes formas. Sin embargo, desde el momento en que te quedas embarazada el médico suele recetar algunos medicamentos vitamínicos para que no vaya a ocurrir nada, medicamentos que pueden incluso mantenerse durante todo el embarazo y que dan mayor posibilidad de llevar el embarazo a buen puerto.
Uno de los casos más graves de anemia sería, sin duda, la anemia por vitamina B12, una de las más necesarias porque es la que forma los glóbulos rojos y la síntesis de las proteínas. En general, se puede tener anemia de ácido fólico, vitamina B12, o hierro y, todo ello, se trata durante los primeros meses de embarazo, se tenga o no deficiencia de las mismas, porque se sabe que se pierde mucho durante ese estado.