El periodista y escritor, Sánchez Dragó, ha sido de nuevo padre a sus 75 años. Y el nacimiento de su hijo no ha pasado desapercibido. Todo lo contrario. Sin embargo, nada tiene que ver con el revuelo montado la avanzada edad del padre; sino unas imágenes del parto que el escritor decidió hacer públicas.
Sánchez Dragó ha informado que a pesar de su empeño por disuadir a su mujer para que diera a luz en un hospital y con una mayor seguridad, su esposa se negó en rotundo. »Ella quería dar a luz en casa y sin medicalización alguna», asegura el escritor. Y así fue. La esposa de Sánchez Dragó dio a luz en su propia casa, sin ginecólogo ni medicalización y en compañía sólo de las comadronas, su marido, una amiga que se encargó de filmar todo lo acontecido en el parto y las inseparables gatas del escritor.
Sánchez Dragó reconoce su preocupación y lógico miedo por los posibles riesgos de un parto en casa. Pero una vez vivida la experiencia sin contratiempos ni dificultdes, asegura que ha sido la experiencia más maravillosa de su vida.
La polémica comienza en Twitter
Bajo el título ‘Akela, tú y yo, somos de la misma sangre‘; el escritor narra en el diario para el que trabaja su experiencia vivida en el parto de su cuarto y, según afirma, último hijo, al que ha llamado Akela, »como el lobo jefe de la manada de Seoonee que acogió a Mowgli», escribe el escritor en su artículo en el diario El Mundo. Un artículo ilustrado con tres imágenes del parto. Tres imágenes que hicieron que Twitter echara humo…
‘Crees que lo has visto todo en la vida hasta que te encuentras pariendo a la mujer de Sánchez Dragó’, ¿qué fotos de su hijo llevará Sánchez Dragó en el móvil?’, ‘¿qué necesidad había de enseñarnos las fotos de la mujer de Sánchez Dragó pariendo? Esto es sólo una pequeña muestra de lo que se cocía por Twitter.
Tres imágenes que han dado para abrir varios debates sociales… El parto en casa: ¿sí o no?, ¿debe un hombre ser padre a una edad tan avanzada?, ¿son capaces de herir la sensibilidad de alguien las imágenes de algo tan natural como un parto en pleno siglo XXI?