Todos nos calificamos como modernos, abiertos, progresistas y tolerantes, sin embargo, cuando llega la hora de la verdad y los famosos estudios sacan a la luz sus últimas investigaciones dando a conocer cómo es en realidad el mundo en el que vivimos, la cosa parece cambiar. Ni somos tan tolerantes como creemos ni la sociedad es tan progresista como suponemos.
A pesar de la gran evolución que está experimentando el segmento femenino en cuanto a reconocimiento de derechos se refiere, en un país tan ‘avanzado’ como supuestamente lo es España, los salarios de las mujeres siguen estando muy por debajo de los de los hombres. Según un estudio presentado por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y el Consejo Superior de Cámaras, los hombres ganan un 20% más que las mujeres en salario fijo, porcentaje que se ve aumentado si nos centramos en la remuneración variable donde la diferencia se sitúa en el 37%.
¿Dónde está aquí la tan aclamada igualdad de la que tanto alardean las empresas y los grandes empresarios? Y queremos hacer un especial hincapié en ellos ya que es en los cargos en donde se requiere una mayor formación académica donde la diferencia salarial se hace más grande. Mientras que en los puestos en los que no se requieren estudios o simplemente se necesita una formación de secundaria la diferencia salarial se sitúa en el 17’7%, en los puestos en los que se exige una licenciatura o un doctorado la brecha salarial supone más de un 30%.
¿Querrá decir esto que cuanto más estudiamos las mujeres, menos capacitadas estamos para nuestro trabajo? El estudio parece sentenciar dicha afirmación, pero mirándolo desde un punto de vista femenino puede que el problema sea que nuestras palabras progresan a una velocidad superior a la de nuestros hechos, o como dirían en mi pueblo ‘mucho fardar de igualdad, pero a la hora de la verdad na de na’.