Si has tenido hermanos o hermanas sabrás que en algún momento del día siempre han surgido peleas que han acabado con la paciencia de tus padres o habéis acabado los dos castigados por este comportamiento.
Las peleas entre hermanos son habituales y no por ello quiere decir que se llegue a no saber convivir entre si pero también es cierto que si las peleas entre los niños son muy frecuentes puede ser que haya algún problema de fondo como pudieran ser los propios celos entre los hermanos que no se hayan superado.
Las peleas cuando son pequeños suelen venir por los juguetes o aquellos objetos que consideran son exclusivos suyos y no quieren prestar a sus otros hermanos de tal forma que se inicia una pelea porque ambos quieren lo mismo. La forma de actuar en este caso es intentando que compartan y, en caso negativo, citando el objeto y no dárselo hasta que sepan compartir las cosas.
El que dos hermanos o tres o más se pegue no significa que los niños no se quieran o no quieran a sus hermanos, sólo significa que en algunas ocasiones hay diferencias entre ellos y, a ser pequeños en principio no saber solucionar las cosas de otro modo.
Si las peleas entre hermanos se vuelven muy habituales y se produce muchas veces en el día tendrás que intervenir y tratar de entender a cada niño y cuáles son las razones por las cuales pelea con su hermano de tal manera que, si tiene razón en algo, corregir el comportamiento de la otra persona o, en caso contrario, corregir el de la primera. No es bueno que los hermanos se peguen de forma habitual a pesar de ser algo que ocurre en todas las familias.