Los bebés también pueden sufrir algún problema en el estómago y sentarles mal la leche, ya sea natural o artificial.
Cuando tu hijo tenga un cólico del lactante lo vas a saber enseguida debido a la intensidad y la constancia de sus lloros ya que para él es algo muy doloroso que, en ocasiones es difícil de soportar porque sabes que tu hijo tiene dolor pero no puedes calmarlo directamente sino que tiene que pasar un tiempo.
Normalmente el llanto suele acompañarse con el cuerpo en tensión y los puños apretados además de tener las piernas flexionar. La tripa la tendrá dura e hinchada.
Lo más seguro es que quieras conocer cómo aliviar esos cólicos. Pues bien no existe ningún método eficaz al 100 × 100 pero si hay técnicas que alivian el dolor. Por ejemplo llévalo a pasear por la casa tumbado boca abajo sobre tu antebrazo, o bien si lo haces rodar despacito de un lado a otro boca arriba en una toalla puedes conseguir que se relaje.
Si te permite tocarle en la tripa puedes intentar un masaje circular en el sentido de las agujas del reloj.
En cualquier caso puedes tratar de, en esa ocasión, darle un chupete porque mordisquear puede ayudarle a descargar la tensión que tienen el cuerpo y conseguir también que se relaje de forma que el cólico vaya pasando, normalmente al cabo de un par de horas.