Cualquiera que haya visitado Marruecos anteriormente o entendido en viajes te dirán que un circuito es la mejor forma de conocer Marruecos, un recorrido por el país te permitirá descubrir sus paisajes y culturas.
No obstantes, necesitarás quince días para cubrir todo el territorio. El circuito podrás comenzarlo en Casablanca, una ciudad marcada por una mezcla armoniosa de estilos arquitectónicos, donde se amalgaman la antigua medina y construcciones modernas.
Hacia el norte, bordeando la costa se encuentra Rabat, donde también se unen las tradiciones y el modernismo.
Subiendo hacia la esquina norte, se halla Tánger, entonces desvíate hacia Larache, para conocer sus excelentes parrilladas de pescados y sus playas.
A cinco kilómetros dirección noreste, Lixus el asentamiento muestra los vestigios de este viejo centro comercial romano, con sus villas, teatro y templos.
Desde Tetúan, donde destaca un color blanco que te deslumbrará, seguirás otra vez hacia el sur, pasando por Fez y Chefchaouen.
En dirección a Meknes, tendrás que hacer una parada en Moulay Idriss para conocer el mausoleo del fundador de la primera dinastía que reino en Marruecos. Cerca, Volubilis, es un lugar de la antigua Roma que te sorprenderá.
En Midelt, encontrarás el acceso al Valle del Ziz, que te llevara hasta Erfoud, con su trazado tan característico en forma de ángulo recto. Para llegar, deberás cruzar a su paso Errachidia.
La ruta continuara por Ouarzzate, cruzando el Valle de Dades y el Valle de las rosas. Desde ahí, otra vez dirección norte, para aproximarte a la costa Atlántica.
Una parada indispensable en el circuito es Marrakech, una de las ciudades imperiales. Después toca Tafrouat, Taroudant y Tizni. Para terminar, de Agadir ahsta Essaouira, pasando por El Jadida y Safi, para concluir el circuito en la ciudad de salida: Casablanca.
Resumiendo, un circuito por Marruecos es la mejor forma de conocer la cultura, diversidad y paisajes del país.
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