Dependiendo de los niños, la evolución al pasar de no moverse a poder valerse casi por sí mismos es diferente según cada uno. Hay algunos que no gatean sino que, directamente, pasan a andar. Hay otros que necesitan todo el proceso, primero moverse en la cuna o en la cama, después empezar a gatear aprendiendo así que pueden moverse por sí solos y llegar a algunos sitios y, finalmente, andar para poder utilizar las manos en un afán por saciar su curiosidad.
Como ya te hemos contado, el gateo es la primera fase de la independencia de todo niño y es cuando los padres comienzan a tener que estar pendientes de todo para evitar que su hijo se haga daño.
Hay muchos padres que se preocupan porque su hijo no gatea; si bien es cierto que gatear es bueno porque ayuda en la coordinación, equilibrio, y fortalecimiento de las extremidades, no todos los niños gatean y no por ello van a ser mejores o peores que otros que sí lo hagan.
Los niños crean su propia manera de desplazarse cuando aún no tienen costumbre o no saben andar. Pueden ir sentados, pueden desplazarse con su culito, pueden rodar,… no se puede decir que una cosa sea mejor que otra sino que hay niños que se saltan las fases de desarrollo sin perjuicio en el mismo.
