Muchas consideran que, cuando se le está dando al bebé el pecho, éste no va a tener ningún problema en su boca ya que la leche materna no produce caries. El problema viene porque sí que se le pueden acumular restos de esa leche que, al final, desarrollan la placa bacteriana y eso sí que puede dar problemas al bebé.
En bebés, uno de los problemas a los que se enfrentan es a la “saburra” una acumulación de placa blanca en la lengua, que a simple vista se puede ver cuando ríe o abre la boca y que es fácil de limpiar, ya sea con una gasa o con un cepillo suave y un poco de agua. Es aconsejable hacerlo todos los días, sobre todo por las noches, ya que con ello vas a eliminar los posibles daños que puedan hacer esas bacterias.
Por supuesto, que se acumule en la lengua no quiere decir que no vaya a estar en otras partes de la boca, puede haber presencia de saburra en los carrillos o en otras zonas, de ahí que debas tener una buena higiene bucal del bebé.
Para ello, con una gasa húmeda, trata de pasarla por la boca del bebé teniendo cuidado de que no se la trague o se te escape (porque los bebés tienden a tragar, no a escupir). Si ves que así no puedes es mejor usar un cepillo blando para hacerlo.
Hasta los 2 años, tendrás que hacer eso que es el momento en que los niños aprenden a escupir bien y podrás enseñarles a lavarse los dientes.