Hay muchas cosas en la vida que tienes que enseñarle a los niños, ¿verdad? Una de ellas es a atarse los cordones de los zapatos, algo que a algunos les cuesta más que otros pero que puedes enseñarle fácilmente.
Algunos lo que hacen es crear una pequeña cancioncilla (o simular que son orejas de conejo que se unen para no soltarse). Pero aquí te viene un ejemplo que quizás sea mucho más eficaz.
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Tienes que saber si el niño sabe lo que es derecha e izquierda para que pueda aprender con los cordones. Si no sabe es posible que te cueste un poco más.
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Ponte siempre al lado del niño cuando te vayas a atar los cordones para que se fíe y copie tus movimientos. Ya sabes que son como una esponja, lo cogen todo.
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Para ayudarle coge un cartón y agujeréalo como si fuera una zapatilla. Introduce un cordón y dáselo para que juegue. De esa manera no solo va a aprender a atar el cordón sino también a enhebrar los cordones si se le sale.
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Enséñale la técnica del conejito: cogemos los cordones y hacemos un nudo que será la cabeza del conejo. Luego le hacemos dos orejas (cada una con un cordón) y, para que no se escapen, las volvemos a cruzar en un nudo. Y ya tendrá a su conejito.
Seguro que, de esta manera, el aprender es mucho más sencillo y rápido porque, para ellos, será como si fuera un juego y les encantará desatarse y atarse los zapatos una y otra vez para poder ponerse un conejito en su zapatilla.
