Perder peso. Ese es el objetivo de muchas pero pocas lo consiguen. A menudo se opta por comer menos, por hacer ejercicio pero, ¿qué es lo que pasa para que no se logre ese objetivo? Básicamente que no hay una rutina de ejercicio.
Ten en cuenta lo siguiente: ¿crees que puedes perder peso si sólo haces ejercicio media hora y a distintas horas cada vez?
Uno de los grandes problemas a la hora de perder peso es sacar tiempo para hacerlo. El trabajo de una mujer es de 24 horas. Te levantas, si tienes niños levantas a los niños, los llevas al colegio, te vas al trabajo, sales del trabajo, llegas a casa, limpiar, hacer la cena, ayudar a los niños en los deberes (o estando con ellos en las vacaciones), los acuestas, te quedas tranquila para hacer tus cosas y… ¿cuándo haces ejercicio?
Por eso es que hacer una rutina de ejercicio es tan importante y más aún el hacerlo todos los días y en un horario determinado (como si fuera un trabajo más).
Para ello, márcate un horario para todo lo que haces. ¿Realmente no tienes nada de tiempo libre? Porque podría ser que sí y lo estás perdiendo con otra cosa, o bien, si tienes a los niños, ¿no crees que inculcarles que el ejercicio es sano y se debe hacer no es bueno?
Una vez tengas eso en claro, la rutina comenzará y debes mantenerla todos los días a la misma hora. Según dicen, tras 20 días se volverá algo que necesitas hacer siempre porque el cuerpo te lo pide, lo cual es adecuado porque, así, harás que tú misma saques tiempo para hacerlo. Aunque no te lo creas esto es importante ya que, de esa forma, estás cuidando de ti misma.
El hecho de hacer todos los días ejercicio no quiere decir que te mates a hacer cardio, sudar, etc. Puedes alternar un día de ejercicio fuerte con otro día de yoga para relajar (aunque el yoga también es un ejercicio fuerte).
Lo primordial en este caso es no abandonar nunca el ejercicio, ya sea por acumulación de trabajo, porque no se tengan ganas, etc. Por supuesto, si se está enferma no se debe ni se puede hacer, pero será solo en caso de fuerza mayor cuando se haga.
Las mejores horas para hacer ejercicio son a primera hora de la mañana o bien a última de la noche, antes de acostarte (1-2 horas antes). El motivo es que, por la mañana, se tiene más energía y puede costarte menos el ejercicio además de acelerar el metabolismo más. Sin embargo, por la noche, si no tienes tiempo a otra hora, conseguirás conciliar mucho mejor el sueño y quemar las calorías de más (así como las energías que sobraban, haciendo que el cuerpo tenga que tirar por la noche de las reservas de grasa que tiene perdiendo peso así).
Por supuesto, siempre puedes hacer dos rutinas de ejercicios (si tienes tiempo para ello), comenzando con media hora en cada una de ellas. Después hay que intentar ampliarlas para hacer un mínimo de una hora diaria. Seguro que, de esa manera, conseguirás que tu cuerpo se acostumbre a tener tiempo para ti misma y a perder peso que es el objetivo principal.