Son muchas las mujeres que comienzan la estación del verano embarazadas y que, por su estado, necesitan realizar algunos cuidados especiales para evitar sentir molestias o simplemente no sentirse cómodas.
El embarazo es un estado que, en verano, puede hacer que se sufra más, sobre todo la temperatura. El hecho de pesar más, de no poder moverse bien, etc. puede repercutir en disfrutar de la época veraniega aunque esto es fácil de soportar con los consejos que vamos a darte a continuación. Toma nota de ellos:
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Broncearte en verano. Seguro que te gustaría coger color en verano. Sin embargo, uno de los problemas a los que se enfrentan las embarazadas es a la aparición de manchas al tomar el sol. Es por eso que debe: no tomar el sol en las horas más fuertes que son de 12 de la mañana a 5-6 de la tarde. Tampoco deberías tomar el sol sin una gorra y una sombrilla para poder guarecerte del sol al menos cada x tiempo. Usa una crema protectora de factor alto para evitar quemaduras y, sobre todo, consecuencias indeseables del sol como el cáncer de piel.
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Uno de los grandes problemas es la hinchazón de las piernas, que a veces puede ser hasta doloroso. Para conseguir que no ocurra, prueba con esto: beber agua de forma abundante, tomar alimentos depurativos como la piña, alcachofa, etc., hacer ejercicio en el agua para mover las piernas, darte duchas de agua fría y templada para reactivar la circulación. En caso de que notes que no funciona, lo mejor es consultar con tu médico para saber si se puede hacer algo.
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Dormir más. El verano, y las altas temperaturas, puede hacer que te sientas más cansada y pesada. Es algo normal porque, con el calor, a menudo baja la tensión. Por eso es recomendable que duermas todo lo que puedas o necesites y, si ves que la tensión es muy baja, toma algo que te haga subirla. Salir a pasear, tomar el sol, etc. puede animarte a lo largo del día.
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Puedes bañarte. Claro que sí, puedes bañarte en el mar o en la piscina. Eso sí, ten cuidado donde lo haces porque, si vas a una playa donde salir del mar es difícil, puede requerir que pidas ayuda para poder salir.
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Ejercicio. Aunque no lo creas, hacer un poco de ejercicio todos los días es algo bueno, y de hecho es lo que deberías hacer. Que no te dé la sensación, antes de empezar, de que vas a tener más calor y te vas a cansar, eso puede o no ocurrir dependiendo del ejercicio que hagas. Lo que sí conseguirás es que se liberen endorfinas que te harán sentir mucho más.
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Estate relajada. El verano es una estación para relajarte y descansar. Ya sea que estés al comienzo del embarazo o en la etapa final, debes tomarlo con calma y, sobre todo, no abusar de helados ni productos que puedan hacerte subir de peso en demasía.