Con los fríos, es habitual que tengas que poner en casa platos de cuchara, esos que a los niños no les hace mucha gracia pero que pueden entibiar el cuerpo y hacer que te sientas mucho mejor cuando hace frío fuera (aunque eso aún no ha pasado del todo debido a que el tiempo está raro estos meses).
Aún así, si quieres hacer un puchero en casa, de una manera diferente, te dejo aquí la receta para que puedas probar en casa.
Ingredientes: carne de morcillo, tocino de los dos tipos (blando y duro), chorizo, morcilla, garbanzos (unos 200 gramos), judías verdes (50 gramos), hueso blanco, patatas.
Preparación. La noche de antes, llena una fuente con agua templada y echa un puñado de sal. Haz que se disuelva en el agua y, a continuación, echa los garbanzos. Estarán toda la noche en remojo para, al día siguiente, encontrártelos gorditos.
Por la mañana coge una olla y llénala de agua hasta la mitad. Echa el hueso blanco y ponlo a fuego. Necesitarás que esté hirviendo unos 10 minutos para que le dé sabor al agua. A continuación, echa el morcillo y los tocinos (previamente pasados por agua) y deja que cueza durante una hora aproximadamente a fuego fuerte.
Pasado el tiempo, echa los garbanzos. Puedes acompañarlos con unas zanahorias. Has de bajar el fuego a uno medio-bajo, para que no se rompan. Déjalo otra hora aproximadamente para, después, echar las patatas peladas y troceadas.
Tras media hora cociendo, añade las judías verdes. Rectifica de sal y, en recipientes diferentes, y 10 minutos antes de servir, cuece el chorizo y la morcilla para echarlo en la olla al final (para quien no le gusta el sabor).