Uno de los platos que se comen el viernes santo es el potaje de garbanzos con espinacas y bacalao, un plato con muy pocas calorías que está muy rico (sobre todo al día siguiente) y que no es difícil de preparar. ¿Quieres saber cómo?
Ingredientes: 400 gramos de garbanzos, 250 gramos de bacalao desalado, 200 gramos de espinacas, 1 cebolla, 3 dientes de ajo, 1 cuchara y media de pimentón dulce, 2 huevos cocidos.
Preparación. 2 días antes (salvo que sea un bacalao ya partido) hay que desalar el bacalao. Para hacerlo se mete en un recipiente con agua y se cambia el líquido cada 8-10 horas.
La noche de antes ponemos los garbanzos en agua templada con un poco de sal. Al día siguiente pon una olla y echa los garbanzos escurridos. Llena de agua uno o dos dedos por encima de los garbanzos y ponla a fuego medio hasta que estén blandos.
Mientras, pica la cebolla y los dientes. Quítale la piel al bacalao y desmígalo. Pon una cazuela para cocer los huevos. Coge una sartén y echa aceite. Dora los dientes de ajo y después la cebolla hasta que esté blanda y transparente.
Por último, echa el pimentón dulce y remueve rápido para que no se queme. Todo se echa con los garbanzos.
Lava las espinacas y échalas en la olla. Echa también el bacalao y deja que se haga a fuego lento entre 20-30 minutos.
Antes de servir echa el huevo picado y mueve para que se mezcle. Y listo.