Durante el embarazo sabes que pueden ocurrir algunos problemas y que, por este motivo, es importante ir periódicamente al médico para que sean detectados y se pueda hacer algo que ayude a la salud, no solo de la madre, sino también del bebé.
Uno de los problemas que puede haber se llama Hidramnios que afecta al líquido amniótico que, como sabes, es una solución que rodea al bebé y lo protege tanto de la presión de los órganos de la madre como de lesiones externas (por ejemplo que te caigas al suelo y te des en la barriga). ¿Qué pasa si se tiene hidramnios? Pues es un exceso de líquido amniótico y, antes de que te lo preguntes, no, no es bueno.
Según los médicos, puede ser un trastorno leve o grave que, si es necesario, requerirá el retirar cierta cantidad de líquido mediante la amniocentesis porque, para el bebé, es un desequilibrio en su interior y puede provocar problemas (por ejemplo que se ponga de nalgas a la hora del parto debido a que da más vueltas en el tiempo).
Entre las consecuencias que puede tener está el hecho de tener un parto prematuro. Hay que decir que, para la salud, no es un problema pero sí que puede reflejar esos problemas de salud, puede ser un síntoma de que algo no vaya a estar bien. Es por eso que, cuando este problema se produce a partir del segundo trimestre, es posible que no afecte para nada al bebé pero, durante el primer trimestre, hay que vigilarlo por si hiciera falta intervenir.
