Después de su repentino ingreso hospitalario, de los rostros apesadumbrados de sus familiares o de saber que se había trasladado a su vivienda a pesar de la reticencia de los médicos, todo hace indicar que la Duquesa de Alba, de 88 años, se encontraba muy grave. Tanto es así que hoy ha fallecido rodeada de todos sus seres queridos en el Palacio de Dueñas, en Sevilla.
Una neumonía, unida a una gastroenteritis y a diversas afecciones del corazón, son las que han puesto punto y final a la vida de esta aristócrata, que en sus últimos momentos ha recibido el calor de su esposo (Alfonso Díez), de sus seis hijos y de sus nietos.
En el Ayuntamiento de Sevilla se va a establecer la Capilla ardiente de Cayetana Fitz-James Stuart y Silva, la decimoctava Duquesa de Alba. Concretamente será en el Salón Colón donde la familia recibirá el pésame de las autoridades así como de todos aquellos ciudadanos de a pie que lo deseen.
El funeral, por su parte, se celebrará mañana viernes 21 de noviembre bajo el oficio de Carlos Amigo, arzobispo emérito de la capital andaluza. Después los restos de la aristócrata serán incinerados para posteriormente ser trasladados, una parte a la Iglesia de los Gitanos y otra al panteón familiar que se encuentra en la localidad madrileña de Loeches.