No se puede estar yendo siempre al médico para revisar los pechos y saber si hay algo que pueda saltar todas las alarmas de un posible cáncer de mama. Para eso está, sin duda, la autoexploración y el autoexamen que, hecho bien, puede avisarte si hay problemas (y si es así ir al médico para que lo asegure y pueda mandarte las pruebas precisas).
Nosotros te damos los pasos para un autoexamen de las mamas:
-
Ponte frente al espejo con los hombros rectos. Los brazos en las caderas. ¿Tienen los pechos el mismo tamaño, forma y color? Tranquila, a veces uno de los pechos es más grande que el otro. Lo que debes ver es que no haya arrugas, bultos, enrojecimiento, dolor, etc.
-
Ahora levanta los brazos hacia el espejo y revisa de nuevo, ¿hay algo que se vea diferente en ellos, o raro?
-
Acuéstate en una cama y pálpate las mamas con las manos invertidas, la derecha al seno izquierdo y la izquierda al pecho derecho. Revisa solo con las yemas de los dedos desde la axila al pezón buscando si hay algún bulto o algo que notas raro.
En caso de que sea así el siguiente paso es acudir al médico de cabecera o al ginecólogo para que sea él o ella la que revise tu estado y pueda confirmar o no el problema. Esto no quiere decir que por tener algo ya tienes cáncer, a menudo el cuerpo mismo crea unos pequeños bultos (de leche, por ejemplo) que no son malignos. Lo principal es mantener la calma.
