La marcha de Lucía parecía que iba a conseguir que las aguas volvieran a su cauce dentro de la casa de Gran Hermano. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. En estas pasadas horas se ha producido una fuerte discusión entre los antiguos amantes, entre Omar y Paula.
El origen de todo el conflicto está en un comentario llevado a cabo por la hawaiana delante de gran parte de sus compañeros en el que, sin decir su nombre, calificó a Lucía como “una putanesca”. Una manifestación de la que rápidamente fue informado el madrileño por su amigo Vitín y que supuso que aquel comenzara a realizar un diálogo con Alfredo en el que expuso no sólo que iba a hacer llorar a Paula sino que además supuso que desarrollaran una lista interminable de calificativos despectivos, donde no faltaron acusaciones como que tenía la joven problemas con el alcohol.
Pero el momento de más tensión se produjo cuando los ex amantes se encontraron en una de las habitaciones. En ese espacio, Omar la insultó gravemente, además de con los calificativos ya anteriormente citados, con otros como que era rubia tonta, fea o que incluso practicaba la profesión más antigua del mundo.
Ante ello, la joven intentó mantener la calma e incluso le llegó a pedir perdón por el comentario tan desafortunado que había realizado. Sin embargo, al final no pudo evitar también insultar al madrileño.
Realmente vergonzosa y lamentable fue la situación que tuvo lugar y que vino a dejar patente la mala educación, grosería, machismo e inmadurez de algunos concursantes.