Los niños ya llevan unas semanas en el colegio y ya habrán empezado con su trajín de libros todos los días con lo que las mochilas siempre irán a rebosar y esto puede ser perjudicial para su espalda e incluso las caderas si se lleva al peso (es decir, colgada de los hombros e incluso de un solo hombro).
Algunas de las recomendaciones que se suelen dar por los expertos son las siguientes:
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Escoger una mochila que tenga las asas acolchadas y también la parte que va a rozar la espalda. Ha de ajustarse bien para que el centro de gravedad vaya a la espalda.
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La mochila no debe ser más grande que el niño, aunque lo pida. Nunca debe pesar más del 10-15% del peso corporal del niño (en este caso, si una mochila pesa más de 3-5 kilos, tendremos que ver otras formas de que se lleve los libros.
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Debe ponerse la mochila en los dos hombros para no tensar uno más que el otro. También se pueden comprar mochilas de carro pero éstas tienden a hacer que una mano trabaje más que la otra.
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Si lleva mochilas con carro enséñale cómo subir con ellas las escaleras porque pueden causar molestias en las manos y muñecas.
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Siempre que se pueda, procura que la mochila no vaya llena, bien dejando libros que no necesite en el colegio, o bien llevándolos tú para que no se fuerce la estructura de la espalda. Si no se puede y la mochila es muy pesada siempre será mejor un carro que llevarla al peso en la espalda porque ésta puede curvarse y, finalmente, hacer que se tengan problemas conforme se vaya haciendo mayor.