Cuando se piensa en carne, lo más normal es que no consideres que la carne se pueda comer fría porque el sabor no es el mismo. En cierto modo es así pero hay algunas recetas que sí que pueden tomarse frías como es este caso, el del lomo en adobo.
Hay muchas recetas de lomo en adobo según la ciudad en la que residas así que esta la puedes tomar como una base y variarla según vayas incorporando ingredientes o haciéndolo de una manera diferente.
Ingredientes: un kilo de lomo de cerdo, dos cabezas de ajo, un vaso de vino blanco, aceite, sal, pimentón dulce, orégano y perejil.
Preparación. Para hacerlo lo primero es, si no te lo ha hecho el carnicero, cortar el lomo en filetes pequeños. Deshaz las cabezas de ajo y pélalas. Por último, pica un poco de perejil y reserva.
Vamos con la receta. Debes picar los dientes de ajo junto a dos cucharadas de perejil y a una cucharada de orégano y otra de pimentón dulce. Una vez esté todo bien mezclado echa el vino y mueve bien.
Cada uno de los filetes de cerdo debe pasar por ese adobo y después deben ir a una cazuela. Cuando lo pases todo echa lo que te quede en la cazuela por encima y tápala para que repose toda la noche anterior. Esto es importante porque deben coger el adobo, de lo contrario la receta no saldrá.
A la mañana siguiente pon aceite en una sartén (yo te recomiendo manteca blanca porque salen mucho más ricos) y deja que caliente bien fuerte. Fríe los filetes de lomo echándoles un poco de sal y listo. Tendrás unos filetes en adobo que podrás comer calientes (como están más ricos) o fríos.