Desgraciadamente existen muchas estafas y fraudes vinculadas con el turismo, mayoritariamente se aprovechan de la poca información o el desconocimiento de los viajeros. Para evitarlos, hemos realizado una pequeña lista con algunos de los más comunes.
Cambio de divisas con dinero falso
Cambiar dinero en plena calle puede parecer algo práctico, pero es peligro. Para evitar fraudes como que te den cantidades inferiores o billetes falsos, lo más recomendable es efectuar cambio de divisas en las entidades bancarias o en las casas de cambiar y saber con antelación la equivalencia entre el euro y la moneda local.
Juegos y trucos en plena calle
Esta clase de estafa puede verse en grandes ciudades como Londres, París o Barcelona. Llaman la atención de los paseantes en una persona (denomina trilero), que hace el juego clásico de esconder en varios cubos una bolita o un truco de magia. Mientras tanto, el compinche se encarga de limpiar los bolsillos y bolsos de los cautos espectadores del espectáculo.
Pulseritas de la amistad
Es un timo simple, alguien te coloca en la muñeca una pulsera de hilo afirmando que es la pulsera de la amistad. Una vez atada, te solicitan una cantidad de dinero, sin que tú la hayas pedido ni informarte de que tenías que pagar algo. Es una práctica bastante frecuente en Roma y París.
Te intentan persuadir para cambiar de alojamiento
Si al llegar al aeropuerto o la estación de tren, te preguntan dónde te alojas, ten cuidado. Es lógico no revelar a un desconocido tu alojamiento, pero muchas veces están intentando hacer negocio. Si accedes, te dirán que el hotel que has elegido está lleno o cerrado temporalmente, y te internarán convencer de que vayas a otro, en que seguramente le darán una comisión por llevar huéspedes.
Importe especiales para los turistas
El simple hecho de tener pinta de extranjero es suficiente para ser una víctima de ofertas de transporte o bonos con varios viajes falsos, que tienen normalmente precios más elevados que los billetes normales.
En este caso, es mejor que previamente te informes de las tarifas de transporte en la ciudad que vas a visitar. O también puedes preguntar a personas que vivan allí.