De vez en cuando, a los niños, y no siempre, se les puede dar un pequeño premio con algo que no tomen habitualmente y que les puede gustar.
Un ejemplo lo tenemos en una merienda que se solía dar hace muchos años por las madres y que a los niños les encantaba (hay muchas variantes así que te hablaremos de dos). Lo único que tienes que hacer es lo siguiente:
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Coge una rebanada de pan y úntala de mantequilla. No te vamos a decir marca pero hay una que es mucho más rica porque está más sabrosa que las otras. Una vez lo hayas hecho aquí es donde tienes dos variantes.
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Ahora puedes echarle por encima un poco de colacao en polvo. No te asustes, no es algo que vaya a estar malo, al contrario, para los niños les encantará y si lo has tomado tú de niño te hará recordar muchas cosas.
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Para aquellos a los que el colacao no es su fuerte, el otro ingrediente que puedes utilizar es el azúcar, blanca mejor, porque le da un sabor único. Ten en cuenta que la mantequilla suele ser salada y le estás echando azúcar así que, su mezcla, hace que no sepas lo que estás comiendo pero te relamas mucho.
Eso sí, como hemos dicho antes, no es una merienda que se les pueda dar habitualmente porque tiene muchas calorías y no es lo más recomendable. Pero, como un premio, de forma muy ocasional, sí que se puede hacer pues los niños necesitan azúcar y ese aporte que le dan comidas así.