Estamos entrando en una época en la que los niños y el agua están muy relacionados. Los llevamos a las piscinas, a las playas, a los ríos. Hay muchos sitios donde nos apetece llevarlos y que están relacionados con el agua pero… ¿tenemos cuidado de ellos?
Esta época se ha convertido en una en la que los niños se pierden más fácilmente porque nos despistamos un momento, les quitamos la vista de encima y ya no están. Esto es habitual en muchas playas y piscinas de encontrarte personas gritando el nombre de su hijo o hija, preguntando si la has visto. ¿Motivo? Que a veces nos despistamos, aunque también los niños son poco conscientes del peligro que tienen el desaparecer de nuestra vista.
Para evitar esto son muchos los que usan dispositivos de seguimiento que colocan en los trajes de baño, ropa o a modo de accesorio para el niño (como una pulsera o un reloj) que esté conectado con el móvil para saber dónde está (una especie de GPS para encontrarlo). Algunos opinan que es más una violación de su derecho de intimidad pero, ¿realmente es así?
Hoy en día en que hay muchos secuestros y que los niños se pueden perder fácilmente, no parece descabellado hacer eso, pero también hay que procurar no perderlo de vista para que no se meta en problemas o tenga un accidente (por ejemplo cayéndose a la piscina o entrando demasiado en el mar para no poder salir después).
Un pequeño truco para localizarlo en playas o piscinas con mucha gente es comprarle algún bañador muy llamativo que destaque mucho (o algún accesorio de este tipo). Así podrás encontrarlo más rápido.
