Conforme los niños van creciendo las horas de sueño se van haciendo cada vez más pequeñas porque ya no necesitan tanto, y sí están más activos.
Muchas veces se piensa que los niños, con lo que hacen en el colegio, tienen suficiente de ejercicio físico pero no es así y es preferible sacar un poco de tiempo para que hagan ejercicio, no solo por su bien en ese momento, sino porque les creas una rutina que, de mayores, van a seguir y a inculcar a su hijos.
Sabemos lo difícil que es ponerse a hacer deporte cuando no se está acostumbrado pero es bueno para todos y algunas ideas que puedes tener con tu hijo para animarle al deporte son las siguientes:
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Llevarle a sitios donde pueda divertirse, jugar con otros niños, correr sin que tengamos que temer por su vida, etc. Esto no solo lo socializa sino que también le ayuda a fortalecer huesos y músculos.
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Aprovechar las actividades del día a día. Por ejemplo, si tienes que salir a comprar el pan, en lugar de coger el coche, ve andando. Si vuelves y tienes que subir unos pisos, no uses el ascensor, súbelos a pie. Todo eso, que puede ser cansado, a la larga te lo agradecerá el corazón y todo tu cuerpo.
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Busca enseñarle nuevos juegos, no solo los juegos de mesa, sino también juegos que impliquen mover todo el cuerpo. Estos no solo servirán para liberar energía sino que también harán que, por la noche, esté más tranquilo y concilie mejor el sueño.
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Dale ejemplo. Todo niño aprende de sus padres así que toca ponerse manos a la obra. Si te ve a ti haciendo ejercicio, él también querrá hacerlo.