Una de las enfermedades que puede afectar a los bebés en esta época del año es el resfriado, algo que también afecta a los mayores y que seguro que has pasado ya por alguno, o has estado a punto. En el caso de los bebés los resfriados no son demasiado buenos porque, como es pequeño, te agobias de que pase por un problema y siempre tienes el miedo de que se ponga peor, de ahí que los padres primerizos lo pasen bastante mal.
Sin embargo, si se toman medidas no hay por qué pensar que no va a pasarlo sin problemas. Lo primero que has de tener en cuenta son los síntomas con los que vas a encontrarte. Cuando tiene problemas para respirar, estornuda mucho, le gotea la nariz, tiene los ojos llorosos, etc. pueden ser que el resfriado esté a la vuelta de la esquina y eso hará que su estado se altere, tendrá problemas para dormir, para estar tumbado, para estar solo y es posible que aparezca la temida fiebre.
Pero tranquila, que hay cosas que pueden ayudarte con tu bebé. Una de ellas el hacerle lavados nasales con agua de mar porque conseguirás con ello facilitar la respiración. Algunos también usan los aspiradores nasales que no están mal pero para ello el pequeño tiene que estarse quieto y eso a menudo no se consigue.
Cuando la temperatura de un niño pasa de los 38 grados hay que acudir a urgencias de inmediato porque puede ser que siga subiendo más y no es algo normal. Son los expertos los que deben darte el tratamiento específico para tratar a tu hijo al margen de que puedas usar otras cosas para hacerle sentir mejor.
Lo importante es que no pienses que, por un resfriado, no vaya a estar bien en cuestión de unos días. Es solo que necesita pasarlo como nos pasa a los adultos.