España está hoy más dividida que nunca o, por lo menos, que desde hace muchos años. Esta mañana en el Congreso se ha aprobado una de las promesas que el Gobierno hizo hace dos años, pero no ha sido una de las que solicitaran una mayoría amplia de los votantes, sino una de las más polémicas: la reforma del aborto.
Con el Gobierno de Zapatero, el aborto dejó de considerarse un delito, y además, se promovió la libertad de decisión para el aborto de mayores de 16 años, incluso sin el consentimiento paterno, aquella medida no contentó a una parte de la población, y hoy, la situación que se vive es similar, pero contraria.
Las claves de la reforma del aborto
El Gobierno ha presentado esta reforma como una defensa del «Derecho a ser madre» de las mujeres, por ello, desde ahora, el aborto es considerado como un delito. No se considerará delito, sin embargo, cuando el embarazo se produjera como consecuencia de una violación, con la correspondiente denuncia, o cuando el embarazo supusiera riesgo grave para la salud de la madre. En cambio sí se considerará delito en el caso de que existiera riesgo para el niño o cuando este viviera con malformaciones.
El riesgo para la salud de la madre lo deberán acreditar dos especialistas, y el tiempo para que se produzca la interrupción del embarazo se reduce hasta las 22 semanas. Por otro lado, las menores de 18 años no podrán abortar sin el consentimiento parental.
Los médicos podrán acogerse a la objeción de conciencia, y en caso de que el aborto se produjera la margen de la ley, recaerá sobre ellos toda la responsabilidad penal, y podrían cumplir penas de hasta 3 años de cárcel
A pesar de que la reforma del aborto es la más restrictiva de los últimos 30 años ningún colectivo está contento, ni aquellos más conservadores, ni los que consideran consideran que la ley resta derechos a las mujeres.