Cuando se es padre o madre por primera vez, durante los meses que se está gestando el embarazo, hay muchos que suelen leer libros sobre maternidad, paternidad y el cuidado de los hijos en un afán de conocer todo lo posible acerca de su hijo o hija para poder cuidarlo de la mejor manera.
Sin embargo, cuando llega la hora de la verdad, esto puede hacer que uno se sienta muy inquieto porque no sabe reaccionar ni conoce, al principio, las reacciones que tiene su hijo de tal forma que le cuesta trabajo dar una respuesta favorable, cuanto menos anticiparse, a lo que quiera el bebé.
Aun así, hay incluso algunas situaciones en las que los padres son rechazados por los hijos y no saben bien lo que hacer ante eso. Te ponemos un ejemplo, cuando el niño o niña solo quiere comer con “mamá” o vestirse con “mamá” o ir a la calle con “mamá”. Normalmente tienden a pedir a su madre todo el tiempo pero frustra mucho las atenciones de los padres porque se ven relegados o que no sirven para nada, algo que no es así.
Esto suele plantear dudas a los padres sobre si lo hacen bien o no. Hay algunos que fuerzan a sus hijos con su compañía o que, al no estar la madre, tienen que ocuparse ellos aunque el bebé no quiera, pero el estrés que se genera hace que se vea como una obligación la compañía.
¿Qué hacer? Pues, por parte de la madre, darle más responsabilidad y más tiempo al padre con el bebé. También hay que intentar explicar al bebé, si es más mayor, que su “papá” también puede hacer cosas con él y que no debe rechazarlo.