Sin duda este experimento es uno que deja a los niños con la boca abierta, y a los adultos más aún. Porque, ¿quién no ha querido que los juguetes hicieran un viaje? Pues algo así es lo que nos encontramos en este vídeo y con esta historia que te queremos contar.
Se trata de un padre que, un día, se propuso mandar los juguetes de sus hijos, una pequeña Hello Kitty y un muñequito de Angry Birds que fueron los elegidos para llevarlos al espacio. Y lo consiguieron, de hecho se elevaron 20.000 metros de altitud y después bajaron y aterrizaron unos 50 kilómetros del sitio donde los habían lanzado.
Junto a los juguetes, también iba un rastreador GPS, un iPhone, una batería extra y dos cámaras para que se grabara todo el proceso. Así, consiguió grabar un vídeo especial como el que vemos y puede ser una forma de que tus hijos se interesen por la ciencia.
Podéis ver un vídeo de todo el proceso para que os hagáis una idea de lo que volaron y de las vistas que tuvieron (que impresionan, todo sea dicho).
¿Te atreverías a intentarlo si supieras cómo se hace? A lo mejor ahora tenemos una forma de batir records para ver quién envía los juguetes de sus hijos más lejos o bien una forma de amenazarlos para que hagan caso o sus juguetes irán al espacio de verdad.
¿Qué opinas tú?