Uno de los juguetes con el que los niños pueden jugar a partir del año de edad, al principio vigilándolos para que no se la lleven a la boca y orientándolos para que sepan lo que deben hacer con ella, es la plastilina.
En las tiendas puedes encontrar plastilina de muchas marcas y colores, unas más blandas que otras, pero si no quieres comprarla porque no te fías de los productos que pueden llevar has de saber que en casa también puedes hacer plastilina casera y el resultado, en la mayoría de los casos, es exactamente igual que la plastilina que compras con la diferencia de que va a salirte mucho más barato.
Receta de plastilina casera
Para hacer en casa plastilina casera necesitas de lo siguiente:
- Dos tazas de agua.
- Una taza de sal.
- Dos tazas de harina.
- Una cucharada pequeña de ácido tartárico, se trata de un líquido que se utiliza mucho en repostería para aumentar el volumen. Si no tienes o te es difícil encontrarlo puedes probar con un poco de levadura.
- Dos cucharadas de aceite vegetal, que puede ser aceite de girasol.
- Colorante alimenticio líquido. Esto es muy fácil de encontrar, normalmente donde están las especias o bien dónde tienes los productos como flan, natillas, bizcochos…
Una vez recopilados todos los materiales lo único que tienes que hacer es ir mezclándolos todos excepto el colorante y, finalmente, colocarlos en un cazo y calentar a fuego lento removiendo hasta obtener una pasta homogénea.
Conseguido eso, tienes que sacar la pasta y amasarla hasta que coja consistencia. Es ahora cuando tienes que agregarle el colorante alimenticio del color que tú quieras y seguir moviendo hasta que el color se distribuya por completo. Como te saldrá mucha pasta puedes cortarla en pequeños bloques y cada una mezclarla con un colorante de diferente color.
La ventaja que tiene esta plastilina sobre las otras es que, si el niño se lo come, no será tóxica y evitaremos este problema que las otras pueden tener.