Ya hemos hablado en más de una ocasión de los cuidados que requiere una piel grasa, unos hábitos de limpieza diaria, desmaquillarse antes de dormir, una buena alimentación y un poco de deporte serían la forma perfecta de mantener a raya los granitos y otras impurezas de la piel, sin embargo, de vez en cuando, no viene mal un poco de cuidado extra que las pieles grasas agradecerán: Una limpieza intensiva y una mascarilla harán que la piel se encuentre más sana y que luzca su mejor aspecto, y si además estos cuidados los aplicamos en casa, ahorraremos tiempo y dinero.
Este proceso consta de dos pasos simples y que no requieren una gran inversión de tiempo o de dinero. Empecemos:
- Abrir los poros. Para abrir los poros, el remedio más sencillo consiste en poner una cazuela con agua a cocer, cuando el agua esté hirviendo, se retira del fuego. Acercamos la cara al agua (con cuidado de no quemarnos) y nos cubrimos la cabeza con una toalla, el vapor de agua es perfecto para abrir los poros y limpiarlos. Para un mejor resultado, es aconsejable estar un mínimo de 10 minutos. Después de un tiempo, limpiamos con una toalla suave la cara.
- Mascarilla. El siguiente paso consiste en aplicar una mascarilla nutritiva y limpiadora específica para pieles grasa, en este caso, vamos a hacer una mascarilla casera hecha con el zumo de un limón, la yema de un huevo y una cucharada de aceite de oliva. Mezclamos bien todos los ingredientes y, con ayuda de un algodón, aplicamos la mascarilla sobre la cara. Dejamos actuar durante 15 minutos, y después retiramos con agua tibia.
- Para obtener los mejores resultados, es aconsejable no maquillarse hasta el día siguiente a la limpieza, para que la piel respire.