Cómo hacer plastilina casera

Uno de los problemas que puede tener la plastilina es el hecho de que los niños se la coman y, como sabes, no es lo mejor porque es tóxica y puede hacerle daño en el estómago además de general algún que otro problema importante.

Para que eso no ocurra una solución puede ser la de hacer tu propia plastilina casera, muy sencilla de hacer y rápida, que te asegurará que, en principio, no va a pasar nada porque se la coma, aunque lo mejor es que no lo haga.

Para hacer tu plastilina casera lo que tienes que hacer es lo siguiente:

– Necesitarás harina, agua, sal y colorante para alimento.

– Mezcla dos tazas y media de harina con una taza de sal y una taza de agua. Has de amasar muy bien y cuando veas que empieza a formarse una masa echas el colorante. Lo mejor es que separes varios montones y así los vas coloreando por separado para tener plastilina de distintos tipos.

– Una vez que esté bien mezclado todo no tienes nada más que hacer. Podrá jugar con la plastilina y después solo tienes que guardarla en un recipiente hermético para que no se le vaya la humedad aunque, si se le va, siempre puedes humedecerla un poco para que vuelva a estar manipulable.

– La plastilina casera, en mi caso, no recomiendo que la tengas mucho tiempo porque se ensucia y, como es tan fácil de hacer, pues siempre puedes hacerle más fresca (así sabrás que no está sucia ni tiene algo que pueda ser nocivo).

Hay muchas otras recetas pero ésta es quizás la más sencilla y rápida.